Gabriel Casillas
Ya dio inicio el tan esperado 2021. En el equipo de análisis económico de Grupo Financiero Banorte −que tengo el privilegio de dirigir−, nos dimos a la tarea de pensar cuáles serán los diez temas más relevantes a lo que habrá que poner mucha atención este año y concluimos con esta lista: (1) La vacuna contra el Covid-19; (2) la recuperación económica; (3) la permanencia del estímulo monetario y fiscal a nivel global; (4) presidencia de Joe Biden; (5) cambios estructurales pospandemia; (6) entorno electoral en 2021 y otros factores geopolíticos; (7) un panorama desafiante para el mercado de petróleo; (8)panorama de los mercados financieros en 2021; (9) deterioro social; y (10) las incógnitas 2021 (?). Hoy comentaré sobre las primeras tres. La semana que entra comentaré sobre las siete que faltan.
(1) La vacuna de Covid-19. La ‘luz al final del túnel’ se observó por primera vez en la segunda mitad del año pasado, mientras que el proceso de inoculación de la población inició a finales del año. Si bien los científicos a nivel global esperaban un porcentaje de efectividad de menos de 80 por ciento, varios esfuerzos en este frente alcanzaron de 90 a 95 por ciento. El proceso de vacunación inició con el personal médico, seguido de los grupos más vulnerables de acuerdo con su edad y de ahí continuará con el resto de la población. Existen varios retos que tendrán que afrontarse, tanto del lado de la oferta −desde la aprobación, producción masiva y distribución−, como del lado de la demanda, tal como la disposición de las personas a vacunarse. No obstante lo anterior, ante el efecto altamente incierto que el Covid-19 puede tener en cada persona, creemos que un alto porcentaje de la población estará vacunado al cierre de este año. Así, tal y como fue el caso con las demostraciones violentas en 2019 y el Covid-19 en 2020, la vacuna será el tema clave de 2021.
(2) La recuperación económica. El confinamiento generalizado que se impuso ante la pandemia resultó en un choque sin precedentes sobre la actividad global, que derivó en la peor recesión de casi un siglo. Con la primera ola de contagios iniciando en China, su impacto económico se resintió por fases. Primero en Asia y Europa, después llegó a Estados Unidos y finalmente se propagó a lo largo de todo el continente americano. El impacto negativo en la economía se empezó a observar antes de que se aceleraran los problemas de salud en Europa y EU, a través del comercio internacional. En este contexto, las cadenas de suministro globales se paralizaron, con las fábricas parando sus líneas de producción por la falta de partes que en primera instancia parecían irrelevantes. A esto siguieron los cierres generalizados, lo que afectó a todos los demás sectores económicos. Tras el inicio de las reaperturas, muchos sectores lidiaron con un nivel de demanda mucho más débil, en medio de un contexto de alzas y bajas en el número de casos de Covid-19. Por lo tanto, la economía podría continuar operando de una manera intermitente hasta que un alto porcentaje de la población aun no esté vacunada. Sin embargo, la gran mayoría de los economistas a nivel global anticipamos un regreso a tasas positivas de crecimiento del PIB en 2021. En el caso de México, estimamos un avance de 4.1 por ciento el próximo año, después de una contracción de 9.0 por ciento en 2020, la peor desde 1932.
(3) La permanencia del estímulo monetario y fiscal a nivel global. Afortunadamente, y en contraste con lo que hizo el Banco de la Reserva Federal de EU (Fed) en 1929 −i.e. instrumentación de una política monetaria restrictiva−, el Comité de Operaciones de Mercado Abierto del Fed (FOMC) −así como prácticamente todos los demás bancos centrales del mundo−, se dieron a la tarea de instrumentar una política monetaria ultralaxa. Esto incluyó establecer tasas de interés lo más bajas posible, además de implementar un estímulo cuantitativo más amplio en conjunto con otras medidas de liquidez. Adicionalmente y contrario a lo sucedido durante la Gran Recesión de 2008-2009, en esta ocasión dichas medidas estuvieron acompañadas de amplios paquetes de estímulo fiscal alrededor del mundo. En este contexto, consideramos que esta va a seguir siendo la fórmula de política económica en 2021, seguiremos viendo estímulo monetario a lo largo de 2021 y algunos esfuerzos del lado fiscal, con el objetivo de ‘tender puentes’ para las empresas y que el empleo pueda transitar de un mundo sin vacuna a una sociedad inmunizada. Desafortunadamente, la austeridad fiscal que se ha impuesto en México seguirá la regla este año. Por su parte, el Banco Central actuó con decisión, recortando la tasa de referencia en 275 puntos base desde marzo de 2020 e implementando quince medidas de liquidez, incluyendo el uso de la línea swap con el Fed para proveer de liquidez en dólares, sin utilizar las reservas internacionales de la institución.
Quiero enviar un fuerte abrazo con cariño a la familia Ruiz-Olloqui Barón, así como a la comunidad del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) por la irreparable y repentina pérdida de nuestro querido amigo y gran ser humano, Sergio Federico Ruiz-Olloqui Vargas. Que en paz descanse.
* El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.
* Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, ni del IMEF, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.