Los pleitos en la 4T jarocha permitieron que MC ganara 18 alcaldías, incluidos Poza Rica y Papantla. El PAN se benefició con triunfos en 11 demarcaciones.
POR: Témoris Grecko
En la 4T veracruzana, como en muchas parejas –o tríos, como en este caso–, el maltrato que uno dice recibir abrió las grietas por las que se colaron otros.
Ahora, el desdén que denuncia el Partido del Trabajo (PT) y que lo llevó a presentar candidaturas para competir con las de la coalición Morena-Partido Verde, facilitó el crecimiento de Movimiento Ciudadano hasta permitirle ganar ciudades medianas por primera vez, y ayudó a PAN y PRI a contener las pérdidas.
En total, la fractura le costó 35 municipios a la 4T, incluidos los de Poza Rica y Papantla, que fueron a parar al bolsillo de MC. Si no se hubiera dado así, esta última organización no hubiese podido entrar a la liga de los partidos que gobiernan alguna de las quince alcaldías más pobladas (reteniendo sólo 23 municipios, en lugar de los 41 que obtuvo). Y de ella, el Partido Acción Nacional (PAN) se habría quedado a 270 votos de salir, al reducirse su ya mínima ventaja en Boca del Río.
Después de MC, el blanquiazul hubiera sido el más afectado, dejando de vencer en 11 localidades, para quedarse igualmente en 23. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), por su parte, también hubiese acusado el golpe, pero en sólo seis municipios (para quedar en 17), además de estar blindado con mayorías sólidas en las dos ciudades de tamaño medio que ganó, Orizaba y Cosoleacaque.
El 3 de febrero, el PT anunció que tomaría un camino en solitario, después de que no consiguió que la coalición “Sigamos Haciendo Historia” le concediera las 33 candidaturas que pedía, porque solo le ofrecían 22.
Por su cuenta ganó 28, además de que en otros seis municipios que cayeron en manos opositoras gracias a la división del oficialismo, sus candidatos ganaron más votos que los de Morena/PVEM. Es decir que en un total de 34 demarcaciones obtuvo mejores resultados que los compañeros de los que se distanció.
Enojo petista
Aunque los tres partidos de la 4T gobernarán a nivel municipal a dos terceras partes de los veracruzanos (5 millones 150 mil), debido a que por primera vez conquistaron la alcaldía más poblada del estado, la del puerto de Veracruz, para diversos medios los datos a destacar fueron dos: que habían perdido numerosas alcaldías, incluidas las de Papantla y Poza Rica; y que Movimiento Ciudadano –que las ganó– tuvo un importante incremento en su poder territorial.
Otra podría haber sido la historia si el Partido del Trabajo se hubiese mantenido en el oficialismo. Desde el año pasado, sus líderes han sostenido una crítica hacia Morena por dar por sentado su apoyo y no reconocerles importancia en la toma de decisiones y reparto de candidaturas.
Este malestar a nivel nacional se trasladó a Veracruz, ante el inicio del periodo electoral. El 23 de enero, Vicente Aguilar Aguilar, su dirigente estatal, declaró que “seguimos atorados, nosotros queremos ir en alianza, pero no en esas condiciones. Entonces está en riesgo la alianza”, y acusó a Morena de subestimar la fuerza del PT basándose en los resultados de elecciones pasadas.
“Hay necedad y mucha soberbia por parte de nuestro aliado mayor”, sostuvo, una semana después, Reginaldo Sandoval, coordinador de los diputados federales petistas.
Desde Morena-Veracruz, el representante Esteban Ramírez Zepetarespondió simplemente que “es de acuerdo a la proporcionalidad de votos que han sacado en las elecciones anteriores. Ahí están los números, no quiero decir que es para lo que les alcanza, para que no se tome a mal, pero es una estrategia a nivel nacional”.
Recibido el varapalo, tras las elecciones del 1° de junio, la gobernadora veracruzana, la morenista Rocío Nahle, acusó recibo: “Se aprende más de los tropezones”.
Lo más doloroso para ellos fue el ingreso de MC al club de las 15 mayores ciudades a costa de la 4T, que en lugar de subir, con la victoria en el puerto de Veracruz, a controlar 12 de ellas, se quedó en diez, por los descalabros en Poza Rica (quinto municipio más poblado) y Papantla (séptimo).
En Poza Rica, los tres partidos oficialistas sumarían 20 mil 470 votos, frente a los 16 mil 552 de MC. Pero como acudieron por separado, el PT obtuvo 6 mil 394 sufragios y Morena/PVEM, 14 mil 76, obsequiándoles la victoria a los naranjas.
Lo mismo pasó en Papantla, donde la coalición, con 26 mil 306 papeletas, se quedó muy cerca de MC pero no logró rebasarlo, pues alcanzó 26 mil 707.
Les faltaron apenas 400 votos. Que le sobraban al PT, pues obtuvo 2 mil 510.
Lección dada
Atrincherado en Orizaba (con 58 por ciento de los sufragios) y Cosoleacaque (75 por ciento), el PRI no estaba en riesgo de perder su lugar en las ciudades medias y sus beneficios de la escisión petista se limitaron a ganar seis pequeños municipios más, para reunir un total de 23, lo que de cualquier forma no le permitió salir del último lugar entre los partidos de oposición.
El que sí descendió de sitio en este grupo, a pesar de que pudo conservar Boca del Río y sacar tajada de la fractura oficialista con 11 municipios más, para llegar a un total de 34, fue el PAN.
En cambio, el que mejor aprovechó las grietas fue Movimiento Ciudadano, que no solo añadió 18 alcaldías a las que hubiera ganado sin divisiones, para sumar 41, sino que, con los 189 mil habitantes de Poza Rica y los 160 mil de Papantla, llega a gobernar a un millón 339 mil veracruzanos, prácticamente los mismos que el PAN (764 mil) y el PRI (622 mil) juntos.
Para el PT, la buena noticia es que demostró lo que contribuye a la coalición oficialista, además de hacerse de un bloque de 28 pequeños municipios que no le debe a nadie más.
“Es momento de trabajar la unidad para las elecciones del 27 y si estamos de acuerdo, iremos juntos, pues perdimos alrededor de 40 municipios por no ir en alianza”, declaró este martes 3 el coordinador estatal petista Vicente Aguilar, asumiendo que la lección se ha aprendido. “Una alianza”, precisó, “realmente de aliados, de amigos”.
(milenio).
