El excandidato presidencial panista enfatizó que es mentira que la democracia haya nacido con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador
POR: Rafael Ramírez
El ex candidato presidencial panista, Richardo Anaya Cortés en un tercer video difundido en sus redes sociales para promocionar su libro “El pasado, presente y futuro de México”, enfatizó que es mentira que la democracia haya nacido con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador y calló como momia durante los fraudes electorales de Chihuahua 1986 y 1988.
Además, destacó que el presidente de la República es un autócrata que omite pasajes de la historia del país, como el fraude electoral de Chihuahua 1986, donde se unieron los intelectuales, la izquierda y la derecha, para defender las elecciones.
“Lo que hay que recordar es que Chihuahua 86 fue un parteaguas, porque se unieron todos los que creían en la democracia”, señala Anaya, mientras se pregunta “¿por qué habría de avergonzar todo esto a López Obrador?, pues porque él era entonces un destacado priista del estado de Tabasco y se quedó “calladito como momia” frente este fraude.
Por esto, el ex dirigente nacional panista destaca en su mensaje que el presidente López Obrador nunca ha sido un demócrata y por eso “interviene en el Poder Judicial sin pudor, e inventa una consulta inútil que va a costar más que el avión presidencial”, en referencia al fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la consulta popular para juzgar a los expresidentes y la rifa del Avión Presidencial que no ha sido vendido.
El panista ahonda en este mensaje respecto a que el responsable del fraude electoral en el Estado Grande fue Manuel Bartlett, hoy titular de la Comisión Federal de Electricidad, designado por el Ejecutivo federal.
Asimismo, refirió que durante las elecciones presidenciales realizadas en 1988, donde se dio “la caída del sistema” que se afectó al entonces candidato de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, López Obrador se mantuvo en el PRI y no cambió de partido hasta que se quedó sin la candidatura que quería en Tabasco.
Por lo anterior, Anaya concluye que la historia de la transición a la democracia no es la historia de un solo hombre, sino que es la historia de un magnífico esfuerzo colectivo, en el que intervinieron, a lo largo de muchos años, miles de hombres y mujeres que dieron su vida y que lucharon por construir un sistema en el que hubiera certeza y condiciones electorales equitativas.
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