23/03/2023 – 6:25 pm
Los jóvenes acusaron en redes sociales a los sacerdotes Cristian Emmanuel Romero, Óscar Daniel Ramírez, Antonio Flores, José Luis Naranjo y Petronilo Tolentino Núñez de abuso sexual y violación. Algunos casos ya habían sido denunciados ante la Diócesis de Culiacán, pero no pasó nada.
Por Alejandro Monjardín
Redacción/SinEmbargo
Culiacán, 23 de marzo (Ríodoce).– Una pregunta en redes sociales motivó a hombres y mujeres a destapar que fueron víctimas de acoso, abuso sexual y violación de sacerdotes de la Diócesis de Culiacán.
Tras la ola de denuncias, la Diócesis separó a los curas involucrados y presentó una denuncia de hechos ante la Fiscalía General del Estado, al igual que una de las víctimas.
En las denuncias en redes sociales señalan a los sacerdotes, Cristian Emmanuel Romero, Óscar Daniel Ramírez, Antonio Flores, José Luis Naranjo y Petronilo Tolentino Núñez.
Los sacerdotes señalados, excepto José Luis Naranjo, formaban parte del movimiento “Arcoiris” que tiene como objetivo evangelizar al adolescente, familia y sociedad por medio del adolescente, mediante la organización de retiros para adolescentes de 14 a 16 años de edad. Algunos casos ya habían sido denunciados ante la Iglesia, pero no pasó nada.
Tanto la Fiscal General del Estado, Sara Bruna Quiñonez Estrada, como Gobernador, Rubén Rocha Moya, aseguraron que el hecho de que sean sacerdotes no será impedimento para que se haga justicia.
“¿Qué pasaría si hiciéramos un hilo todas las que fuimos acosadas por ese padre taan buena onda?”, preguntó la usuaria de Twitter @_alondramcastro.
En respuesta, @daranny65 abrió un hilo en el que cuenta cómo ella y varias amigas fueron víctimas del padre Emmanuel Romero.
La joven narró que conoció al sacerdote en el movimiento “Arcoiris” donde ella y otras jóvenes entablaron una amistad con el padre.
Contó que el sacerdote empezó a enviarle mensajes, que al inicio ella consideró normales, y luego se volvieron insistentes e intensos por lo que dejó de contestarle, pero él seguía enviándolos.
En una posada, señaló, el padre le pidió que se tomaran una foto y accedió, pero él se aprovechó para tocarla y desde entonces se alejó y él siguió mandándole mensajes en los que le decía “te amo mil”, “eres la mujer más bella”.
Después se enteró que había otras jóvenes en su misma situación y decidieron denunciar los hechos en el Tribunal Eclesiástico.
“Dimos declaraciones, incluso con pruebas ante el Tribunal Eclesiástico de la Iglesia, dando cada una su testimonio, buscando empatía y, a la vez, se tomaran las decisiones pertinentes; sin embargo, la respuesta obtenida fue que esto era algo pasado, que lo que harían era darle ayuda psicológica y por lo pronto no estaría a cargo de jóvenes”, narró.
Su denuncia motivó a que varias víctimas más contaran sus historias de acoso y abuso sexual de sacerdotes de la Diócesis de Culiacán.
Otra joven @vanneboing contó que tras una cena con el sacerdote y una amiga, él “insistió en acompañarme al estacionamiento y ahí empezó lo peor, abrí la puerta para subirme y el sostenía la puerta para que no la pudiera cerrar mientras me decía que me despidiera de él con un beso en la boca a lo que me negué inmediatamente y seguí insistiendo en que me tenía que ir, estaba en shock, no sabía que hacer, hacía muchas insinuaciones sexuales, me quedé helada y solo podía repetir que me tenía que ir, me abrazó, metió la mano debajo de mi blusa y me tocó la espalda y las nalgas, me quité a como pude, me subí a mi carro, cerré la puerta y me fui”.
Una joven que dio su testimonio anónimo narró que en una ocasión un grupo de jóvenes salió a cenar con el padre Emmanuel.
El sacerdote se sentó entre su hermana y ella y de repente le empezó a tocar la pierna por debajo de la mesa.
“Me quedé helada, no supe cómo reaccionar, solo moví mi pierna y evité a toda costa que lo volviera a hacer y después me di cuenta que también estaba siendo así con mi hermana, ahí solo le dije a ella que me acompañara al baño”, expresó.
LOS PECADOS DEL PADRE TOÑITO
El usuario @rigouriasq denunció haber sido víctima de Antonio Flores, el Padre Toñito, a los 15 años.
El joven contó que cuando estaba en el seminario menor fue enviado a la parroquia del padre Toñito en Pericos, Mocorito, donde él y otros seminaristas dormían en un salón, pero un día por el calor durmieron en la casa cural.
“La primera noche que estaba ahí, yo estaba profundamente dormido, y desperté porque un dedo estaba tocando mis labios de arriba a abajo, mi corazón quería explotar, no sabía qué hacer ¿podía gritar?, el cuarto estaba lleno, ¿podía huir?, pero me quedé helado, me quedé en shock, y pude sentir como esa mano iba bajando de mi cara hacia abajo. Tomó mi mano y la puso sobre su pene. Me hizo tocarlo, me tocó a mí. El resto es historia. No pude dormir aquella noche”.
Luego de las denuncias públicas, la Diócesis de Culiacán separó del cargo a los cinco sacerdotes.
El vocero de la Diócesis, Esteban Robles, dijo que fueron separados para iniciar con las investigaciones eclesiásticas.
“Hemos tomado la decisión de aplicar las sanciones que a nuestra institución compete, a quienes después de un proceso, tanto eclesiástico como civil, resulten responsables. Están en proceso, puede ser, el Código Canónico vigente nos dice que puede ser desde una llamada de atención hasta la expulsión del estado clerical”, dijo.
El sacerdote pidió a las víctimas denunciar formalmente ante las autoridades para que se lleven a cabo los procedimientos legales.
En un comunicado la Diócesis aseguró que “ha procedido en todo momento, y lo seguirá haciendo, conforme a los protocolos y lineamientos de la Santa Sede y de la Conferencia del Episcopado Mexicano para actuar canónica y civilmente como corresponde, respetando en todo momento los derechos que asisten a las víctimas a quien el Santo Padre ha pedido poner el en centro de nuestra actuación”.
Señaló que están comprometidos con la verdad y la justicia, haciendo suyo el pedido del papa Francisco de “tolerancia cero” y “nunca más” a las conductas de abuso.
La Fiscal General del Estado, Sara Bruna Quiñónez Estrada, dio a conocer que la representante legal de la Diócesis presentó una denuncia y una víctima presentó una más.
Señaló que la Diócesis no precisa un número de involucrados y solo hace del conocimiento de la FGE las denuncias que se hicieron en redes sociales; mientras que la denuncia de la víctima señala a un sacerdote.
Las denuncias, detalló, son por los posibles delitos de acoso y abuso sexual.
“(Que sean sacerdotes) no les da fuero, para nada, es una condición personal de ellos que no obstaculiza el proceso para nada, al contrario, yo creo que hay mayores exigibilidades para personas que tiene ese compromiso de vida o ese compromiso social”, dijo.
TAMBIÉN EL PADRE PETRO
Will Sandoval, dio a conocer que él presentó la denuncia en la FGE contra Petronilo Tolentino por violación.
Contó a que a los 16 años ayudaba en la Iglesia del padre Petronilo, en Guasave, y ahí el sacerdote lo tocaba, pero él no decía nada por miedo hasta que un día lo obligó a tomar tequila y lo violó.
“Yo Will Sandoval fui víctima de violación por esta persona que jamás me atreví a hablar, ahorita no es algo que me duela porque es algo que yo ya asimilé, pero lo que sí puedo decir es que te destruye la vida, te destruye todo en general, tu andar por la vida prácticamente porque tú ya no estás tan confiado, yo desde entonces no he vuelto a pisar una iglesia”, expresó.
El Gobernador Rubén Rocha Moya pidió que no haya impunidad y que lleguen al fondo del asunto.
“Nosotros vemos con buenos ojos que la autoridad eclesiástica tome las medidas, ellos tienen formas de cómo van a, pero tampoco ningún sacerdote, como ningún militar escapa a la justicia civil, nadie. No solamente decir te voy a sancionar o despedir, es que es un delito y el delito no lo resuelven en la vía eclesiástica”, expresó.
TEXTO PROPIEDAD DE SINEMBARGO.