Marcelo exige reponer encuesta de Morena

“Lo que les quiero decir es que nosotros afirmamos, es que esto debe reponerse. Esto ya no tiene remedio” dijo el excanciller y denunció que agentes de policía impidieron a sus representantes el ingreso al conteo de las boletas, y lanzó: “cada día se parece más al PRI de antes”.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En pleno conteo de la encuesta que definirá la candidatura de Morena en las elecciones presidenciales de 2024, Marcelo Ebrard Casaubón tronó con el partido y exigió la reposición del proceso; minutos después, denunció que agentes de policía impidieron a sus representantes el ingreso al conteo de las boletas, y lanzó: “cada día se parece más al PRI de antes”.

En cuestión de minutos, Ebrard dinamitó el proceso de selección de Morena y consumió la ruptura con el partido, rebasando todos los escenarios que se vislumbraran antes del anuncio de los resultados de la encuesta, previsto a las 5 de la tarde.

En un primer momento, Ebrard convocó a los medios de comunicación, tres horas antes de la rueda de prensa de Morena, para anunciar que, tras declarar la cancelación del 14.4% de urnas de la “encuesta madre” llevada a cabo por Morena, el partido debía anular los resultados y repetir todo el proceso.

“Con el número de incidencias, lo que debería hacerse, lo que procede, es repetir el ejercicio”, lanzó el excanciller frente a la prensa y a sus simpatizantes, quienes de inmediato gritaron: “¡Que se repita!”

“No esto hablando de fraude”, precisó, pero mandó un exhorto a Mario Delgado Carrillo, el presidente nacional de Morena –“quien dice que todo está perfecto”– y a la cúpula del partido para que reconozcan las incidencias.

Minutos más tarde, el excanciller subió un video en sus redes sociales, donde denunció que agentes impidieron el acceso a sus representantes, la senadora Martha Lucía Micher Camarena, Daniel Sibaja y Ximena Escobedo, en represalia a su petición de reponer el proceso.

“Solo por proponer nosotros que debe reponerse el procedimiento por las graves inconsistencias que hubo en todo el proceso, pero sobre todo en las urnas, hicimos boletas para eso. Ahora resulta que la respuesta es la policía; cada día se parece más al PRI, qué tristeza”, condenó Ebrard.

Con sus posturas de hoy, el excanciller decidió llevar hasta el final su estrategia de confrontación con la cúpula de Morena, hasta el divorcio final. El político pone en apuros a Mario Delgado, quien debía presentar los resultados a las 5:00 de la tarde. El equipo de Ebrard adelantó que no acudirá a la conferencia de prensa.

Durante su encuentro con los medios, Ebrard todavía dejaba en el aire los resultados de la encuesta, pues aseveró que su petición de reponer el procedimiento no tenía que ver con el resultado, ya que el conteo aún no comenzaba. “No sabemos si vamos a ganar o si vamos a perder”, dijo.

Con la postura recta y el rostro muy serio, Ebrard escuchó a su colaboradora Martha Delgado Peralta enumerar las irregularidades observadas durante el conteo –se invalidaron 31 de 236 urnas de la “encuesta maestra”– y las “pruebas contundentes” de incidencias durante la precampaña.

“Es un porcentaje muy alto”, recalcó la colaboradora de Ebrard, al resaltar que “hemos sido bastante tolerantes” e “hicimos muchas concesiones”, pero que se observó una “inequidad entre aspirantes” y la “incapacidad de la Comisión de Encuestas” a llevar a cabo una encuesta “profesional”.

Según Delgado, algunas urnas fueron anuladas tras demostrar que representantes de algunos aspirantes –no mencionó nombres– eran funcionarios públicos, y otras se eliminaron porque no hubo representantes o porque el punto de encuentro de los equipos de encuesta se cambió, o porque algunas urnas llegaron sin su bolsa de seguridad; también señalo actos de brigadeo en zonas donde se levantó la encuesta.

“Siempre tuvimos de nosotros el objetivo de respetar la voluntad de los ciudadanos en la encuesta, y por esto llegamos hasta el día de hoy, pero la cantidad, la cantidad –insistió– de urnas que se han eliminado es lo que hace que no sea representativa”, puntualizó.

Acto seguido, Ebrard pidió la repetición del procedimiento, pero recordó que, en 2011, reconoció el resultado de la encuesta que dio a Andrés Manuel López Obrador la candidatura de las izquierdas.

Menos de dos horas antes, tres de sus representantes habían denunciado públicamente la existencia de “incidencias” e “irregularidades” en el proceso, especialmente en la “encuesta madre” llevada a cabo por Morena: señalaron que varias de sus quejas desembocaron en la anulación de boletas.

El equipo de Ebrard había instalado el escenario de una ruptura, que el político hizo real en la tarde.

Previo al mensaje que ofreció el extitular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), su equipo denunció “bastantes incidencias” e “irregularidades” en la “encuesta madre” –es decir, la que está llevando a cabo Morena–, las cuales desembocaron en la anulación de boletas.

La senadora Martha Lucía Micher Camarena denunció que la “encuesta madre”, aquella que definirá la candidatura de Morena, ha tenido el mayor número de irregularidades. “Esto no nos da la certeza de que se esté realizando como debiera de ser la encuesta más importante”, lamentó.

Desde junio pasado, el excanciller se ha quejado de las “irregularidades” en las que incurren sus rivales, pero siempre ha mantenido en vilo la duda sobre lo que hará en caso de perder la encuesta; eso es, si reconocerá los resultados o si romperá con Morena.

Los aspirantes, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal (los cuatro de Morena), Gerardo Fernández Noroña (PT) y Manuel Velasco Coello (PVEM), recorrieron el país –en los tres primeros casos desplegando un prolongado operativo propagandístico—desde julio, han mantenido un relativo silencio desde hace una semana de conformidad con las reglas del proceso.

(PROCESO)