Contra la tendencia histórica, el presidente López Obrador continúa gozando de una inmensa popularidad entre el pueblo mexicano
Contra la tendencia histórica, el presidente López Obrador continúa gozando de una inmensa popularidad entre el pueblo mexicano. El más reciente estudio del periódico El Financiero muestra que alrededor del 58% de la población aprueba su mandato, luego del mes de julio.
Los resultados, en la recta final del sexenio y con el proceso de sucesión adelantada desde 2021, son histórica y políticamente inéditos, y demuestran que la manera presidencialista de ejercer el poder está cambiando en México. Por un lado, el hecho de que el presidente haya tomado la decisión de adelantar el proceso de deliberación pública sobre la sucesión presidencial demuestra dos cosas. Primero, López Obrador está preocupado por la continuidad del proyecto político, antes que por la permanencia de su propia continuidad en el poder informal.
Dicho de otro modo, López Obrador ha corrido el riesgo de debilitar su propia figura al poner ante la opinión pública los nombres de quienes podrían ser la próxima persona al mando del país, pues considera de especial relevancia que el proyecto continúe en pie aunque el sexenio termine. La decisión de tomar este riesgo ha resultado positivo, pues le ha permitido a Morena tomar un protagonismo que, como partido, había dejado de buscar o de obtener ante la presencia del presidente. La estructura del partido, junto a los aspirantes a Coordinador(a) de la Defensa de la Cuarta Transformación a nivel nacional han organizado un proceso de deliberación y competencia interna que ha propiciado un proceso transparente y democrático. No obstante, este proceso natural de la política no ha mermado la popularidad del presidente, ni mucho menos su capacidad de operación política y liderazgo.
Todo lo contrario, según los reportes de El Financiero, los mexicanos consideran que las mejores cualidades de AMLO son su honestidad, el liderazgo y la capacidad para dar resultados de su gestión. Además de ello, las y los mexicanos continúan respaldando la estrategia de infraestructura de proyectos como el Aeropuerto Felipe Ángeles, la Refinería Dos Bocas y el Tren Maya.
Indudablemente, el proceso de la Cuarta Transformación ha roto múltiples paradigmas en la manera en que la política se construye en este país, y continúa siendo un movimiento inacabado pero que toma decisiones planteadas hacia el futuro, con visión de Estado pero también una inmensa preocupación por las personas más necesitadas del país. Este hecho se ha vuelto indiscutible para las mayorías populares y sociales.
Con el liderazgo del presidente, podemos decir que la sucesión presidencial será una coyuntura de victoria popular, en la que todos los actores que militan en favor de la transformación radical de nuestro México estarán involucrados de manera democrática y pacífica. El reto de nuestro movimiento es ser consecuentes con la manera política que hasta ahora nos ha heredado nuestro presidente.
(HERALDO DE MÉXICO)
